Una táctica conservadora para mantener un gran resultado
Si el año pasado cuando
probábamos los Galaxy S6 y S6 Edge todo era nuevo (materiales, acabado, la
doble curva, el grosor, el poco peso ...), con la primera toma de contacto
con los Galaxy S7 y S7 Edge la sensación ha sido de que todo nos sonaba. Y
nos gustaba, pues consideramos que la línea de diseño inaugurada por Samsung el
año pasado era acertada.
El nuevo Galaxy S7 y S7 Edge es
un terminal que suena al consumidor pero que integra la gran novedad de
la resistencia al agua sin que podamos apreciarlo en ningún momento
ni haya que sacrificar diseño o dimensiones.
El Galaxy S7 sigue siendo un
modelo compacto que aprovecha muy bien las dimensiones, especialmente la
versión "flat" con sus 5,1 pulgadas, increíblemente delgado, ligero y
con un tacto de gran acabado. Nos ha gustado mucho el borde de aluminio,
rematado con gran exquisitez como vimos en el análisis del Galaxy S6 Edge
Plus, que fue quien lo estrenó.
Pese a que tiene un perfil IP68
que permitiría sumergirlo hasta media hora, no es la idea que quiere transmitir
Samsung. No es un teléfono para llevar de buceo sino para sentirnos
protegidos en el día a día.
En mano el Galaxy S7 y S7 Edge
mantiene la buena línea de la generación anterior y es muy cómodo y
agradable, todavía más gracias a que los bordes son ligeramente más curvados.
También, y aunque no se aprecia, la protuberancia de la cámara es menor.
Por cierto, la tarjeta
microSD que regresa al Galaxy S7 es una tremenda alegría para sus
defensores, y el sistema de ranura única para nanoSIM y microSD es una
excelente solución que, la vayas a usar o no, no compromete ningún otro aspecto
del terminal. Bienvenida sea pues.
Esa pantalla dividida en dos
diagonales mantiene la excelente calidad de los paneles SuperAMOLED del
Samsung. Y siguen siendo una gozada para la vista, tanto por densidad de
píxeles (más de 500 en los dos casos) como por contraste, intensidad o ángulos
de visión.
La tecnología Ambient
Display o Always On por fin se está expandiendo en los gama alta de
referencia. Samsung lo ha integrado a lo grande en sus nuevos Galaxy S7 y S7
Edge.
Habrá que comprobar si la
ambición de este modo de información relevante todo el tiempo en pantalla no lo
acusa la autonomía.
Aterriza el mundo gamer...
Otro punto importante en la capa
software está del lado de los videojuegos. Samsung confía en convencer al
consumidor de que el smartphone está ya cerca de las consolas de sobremesa y
ya han iniciado el volcado de algunas ideas alrededor del juego móvil que se
asemejan a las que tenemos en PC o consolas clásicas.
Por ahora lo que hemos podido
probar a nivel software está en el llamado Game Launcher, cuya principal
función es ayudarnos a concentrarnos en el juego y evitar que una llamada, un
mensaje o una alerta de calendario nos amargue el juego. También tenemos
posibilidad de convertirnos en "youtubers" y grabar nuestras partidas
incluyendo nuestra cara y comentarios gracias a la cámara secundaria del
smartphone.
Más batería...
Casi la única pena que podía
ponérsele al Galaxy S6 del año pasado estaba en la batería. Y ahí Samsung ha
sido lista y ha decidido no arriesgar con su nuevo Galaxy S7 y S7 Edge, a los
que ha dotado de una capacidad de batería bastante grande: 3000 mAh para
el Galaxy S7 y 3600 mAh para el Galaxy S7 Edge que solo tiene 0.4 pulgadas
mas que la versión "flat".
Relacionado con la batería nos ha
sorprendido que un fabricante como Samsung no haya optado por el puerto
USB-C. Por ahora, y dado que dicen que no está suficientemente extendido, nos
quedamos con puerto USB-A, sin las claras ventajas del nuevo conector pero con
una cantidad suficiente de cables por casa para no temer por la carga en
cualquier momento.
La cámara del Galaxy S7, la protagonista:
Y llegamos a la que nos parece
que es la verdadera estrella de los nuevos Galaxy S7 y S7 Edge: la cámara de
fotos. Si el número de megapíxeles puede que no te diga nada, bajan de 16
a 12 MP, los resultados en baja luz son excelentes.
Con más sensor y menos millones
de píxeles, Samsung ha conseguido que estos sean más grandes y puedan captar
más luz individualmente. Si le unimos la lente más luminosa de un
smartphone hasta la fecha, f1.7, material hay para pensar que estamos ante una
de las mejores cámaras con poca luz.
Pero no se quedan ahí las mejoras
de la cámara del Galaxy S7 y S7 Edge. El enfoque, que ya era rápido en la
generación anterior, se ha mejorado con un sistema de detección de fase
avanzado donde todos y cada uno de los píxeles se encarga de esa labor, y no
solo algunos como hasta ahora.
Y ya para finalizar nos queda comentar que han mejorado sustancialmente el sistema de estabilización de imagen para que seamos capaces de sacar los mejores vídeos mientras nos movemos.
Y que más deciros, pues que como siempre hemos grabado un correspondiente vídeo para que lo gozéis en nuestro canal aunque lo podéis disfrutar des de aquí...
Hasta la próxima!
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