Lamentablemente, en España aún quedan muchas zonas sin cobertura de
fibra; incluso hay lugares en los que el ADSL es un lujo. El 2018 tiene que ser
un año decisivo para la expansión de la fibra, si España no quiere quedarse
atrás, no solo respecto a sus vecinos europeos, sino también en sus compromisos
con la UE.
En ese sentido
hay que comprender la ambiciosa promesa que Mariano Rajoy ha hecho pública hoy.
Según el presidente del gobierno el programa de extensión de banda ancha recibirá un
“impulso definitivo”.
Eso se traduce
en la expansión de la red de fibra óptica por todo el país. El objetivo es que
en 2018 la fibra
llegue al 85% de la población; una cifra muy llamativa, pero
que podría no quedarse ahí.
Según Rajoy,
si “es posible” la idea es que la fibra llegue a todas las localidades y pueblos de España.
Prácticamente todo el país estaría conectado a alta velocidad, y hay buenas
razones para desear esto.
Lo mínimo que
deberían tener todas las localidades es un
acceso de 100 Mbps; no es precisamente lo mejor que puede
ofrecer el sector, pero es un comienzo y un salto importante, sobre todo en
lugares con acceso limitado.
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